María Dolores Flores Ruíz. Ese es el nombre de la más conocida universalmente como Lola Flores, el torbellino y la faraona del mundo del flamenco. De origen humilde y sencillo, Lola dejó su hogar natal en Jerez de la Frontera (Cádiz) y a sus padres, Pedro Flores y Rosario Ruiz, a la edad de 16 años con destino a Madrid, para embarcarse en toda una aventura que serían los inicios de lo que hoy en día representa esta figura del flamenco: convertirse en una artista.
Así, Lola Flores triunfó en todo el mundo con un carácter arrollador y una gracia natural que enamoraba a su paso. Así, se convirtió en una estrella, de las grandes de España, frecuentando siempre los mejores tablaos de flamenco en Sevilla o en Madrid y siempre con la compañía más internacional. Lola Flores fue cantante de copla, de flamenco, bailaora, actriz e incluso presentadora. De ahí la presentación que hacían de ella en Nueva York: "No sabe cantar, no sabe bailar, pero no se la pierdan".
